Cómo vender tu casa.

Cómo vender tu casa y no morir en el intento’ podría ser el título de una película; en ocasiones de una buena película y en otras ocasiones… de una película de terror… Hay un factor fundamental a la hora de vender una vivienda; se trata del precio. A menudo el precio inicial está fuera de mercado y por este motivo la vivienda empieza a ser visitada o compartida en las páginas web de inmobiliarias pero no llega a concretarse en una venta. Pero además del precio hay algunos factores que también deben ser tenidos en cuenta. Es muy recomendable preparar la casa para la venta, parece algo lógico pero no siempre es así, a nadie le sorprende ver viviendas desordenadas o llenas de cajas, ya que las fotos se realizaron antes de abandonar la vivienda. Siempre es mejor dejar los espacios despejados y sin trastos ya que éstos impiden ver las posibilidades que presenta la casa.

 

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el buen funcionamiento de grifos, ventanas o persianas; si el posible cliente quiere subir la persiana para ver la luz de la habitación o las vistas y ésta no funciona da muy mala imagen de la vivienda, y si además llega a la cocina y el grifo está goteando esta idea negativa se reafirma. Una buena idea es dejar todas las encimeras de los lavabos, cocina, etc libres; una cosa es la vida diaria y otra el momento de vender tu casa. Mejor presentar unos espacios neutros y limpios que una cocina con un robot, la cafetera, todo tipo de rollos de cocina, etc que dan una imagen de espacio pequeño y agobiante.

 

La idea final es presentar una vivienda atractiva, en la que todo funciona y que puede adaptarse a cualquier comprador; una vivienda sin objetos personales como fotografías que pueden distraer la atención del cliente. ‘Cómo vender tu casa’ es un trabajo que puede resultar extenuante para un particular pero para eso existen las inmobiliarias especializadas en esta labor. Desde una empresa de servicios inmobiliarios no solo se facilitan valoraciones; temas como la documentación, la negociación o el posible replanteamiento del espacio son también funciones habituales. Con calma y profesionalidad la venta de tu vivienda puede ser una película con final feliz. Foto: Jean-Philippe Delberghe